De la colección Textos Ilustrados
domingo, 7 de junio de 2020
martes, 31 de diciembre de 2019
BEATRIZ VALDEZ (Catamarca)
BEATRIZ VALDEZ
Con la vida en un
hilo
La mujer de negro se levantó del sillón, dejó el tejido
sobre la mesita y miró -a través de los visillos de la ventana- la calle
desierta. “¿Cuánto tiempo había pasado desde que él se marchó? ¿Dieciocho
años?, quizás veinte… ya no lo recordaba.” Volvió a su tarea: un derecho y un
revés, un derecho y un revés…
De pronto, sintió que los dedos se le amortiguaban y las
agujas cayeron en la alfombra. Un dolor impreciso se apoderó de su cuerpo; se
acurrucó en el sillón y un profundo sopor la invadió. Tuvo un sueño extraño:
sus brazos y piernas se multiplicaban y todo su cuerpo se cubría de una oscura
vellosidad. Se despertó sobresaltada con los golpes en la puerta.
-¡Querida, soy yo, he regresado! Penélope, ¿dónde estás?
Al entrar a la sala, Ulises sintió que un hilo invisible lo
envolvía con fuerza, alzándolo hasta el cielorraso. Quiso gritar, pero la hebra
de seda le oprimía la garganta. Una sombra fugaz se deslizó por el muro y en un
beso de bienvenida lo devoró.
Insomnio
La barca era un potro
encabritado en el mar turbulento. El capitán no podía dormir y decidió contar
ovejitas. No le dio resultado. “¿Y si pruebo con otro animal?” –pensó.
Se pasó toda la noche contando monos, palomas, gacelas,
leopardos… que saltaban el cerco de a dos en dos. Se durmió al amanecer, justo
cuando les tocaba el turno a los elefantes. ¡Ay, pobre Noé, no se despertó
jamás, murió aplastado!
El lector
En la fría mañana de otoño entró a la biblioteca, colgó el
bastón y el sobretodo en el perchero. Pidió a la encargada “Ensayo sobre la
ceguera”, se quitó los guantes y comenzó a leer con la yema de los dedos.
Tarde de toros
Domingo de sol. En la plaza de toros la multitud aplaude
entusiasmada. El torero hace ondear su capote y saluda al público que lo
aclama.
“¡Que te coge el toro, Manolete!”
En la arena, un reguero escarlata... Congoja nacional.
Cierre de comercios. Suspensión de actividades. Bandera a media asta. Todo el
pueblo llora y quiere darle su último adiós.
Al llegar al cementerio, el cortejo se detiene frente al
portal de hierro con cadena y candado. Un gran cartel: “Cerrado por duelo”.
El alfarero
Dejó lo que estaba haciendo y se secó el sudor de la frente
con la manga de la camisa. Había trabajado sin descanso para terminar su obra
pero no estaba satisfecho. La observó desde distintos ángulos mientras pensaba:
¿qué le falta para ser perfecta?
Se inclinó sobre la estatua y –acercando sus labios a la
boca de arcilla- con un soplo divino le dio vida.
Beatriz Valdez:
Escritora nacida en Frías, Santiago del Estero, en 1950, está radicada desde
muy pequeña en la ciudad de Catamarca. Es
profesora de Castellano, Literatura y Latín; integró el grupo “Cataletras” de
la SADE, donde publicó sus trabajos en las “Hojas de poesía y narrativa” que
editaba la institución con la Universidad Nacional de Catamarca. Integra las
antologías “Café literario 2000”; “Monoambientes-Microrrelatos del Noroeste
Argentino”, Cuaderno Laprida y “Antología narrativa argentina”. Ha publicado “Confusión
en el laberinto y otros microrrelatos” (2013)
viernes, 29 de noviembre de 2019
ROBERTO PERINELLI (Buenos Aires)
Repercusión
Soy un adicto lector de diarios,
obligado a consumir la droga todas las mañanas, mientras desayuno. Por eso
estoy enterado de las noticias del mundo, de, por ejemplo, que la NASA festejó
su cincuenta aniversario enviando al espacio Across the Universe, de los
Beatles.
También es por eso que no me
sorprendí para nada cuando un ET (pariente, me dijo), verde, petisito, tres
orejas, siete dedos, uno, el del medio, mucho más largo que los otros seis, me
paró en la esquina de Diagonal Norte y Maipú para preguntarme dónde quedaba
Liverpool.
Duda
A cierto señor lo inquietaba la
palabra necrópolis. No sabía qué quería decir pero un extraño instinto le
impidió preguntar o siquiera consultar el diccionario.
A punto de morir, muy viejo,
longevo, interrogó a todos, hijos y nietos que lo rodeaban, y le contestaron
que necrópolis quería decir caballo en celo. Se fue tranquilo, porque por fin
sabía el significado de esa palabra que hasta ahí se había empeñado en ignorar.
Mensaje
Era un marido cariñoso. A punto de
irse al trabajo le dejaba a su esposa una buena cantidad de besos en una
cajita. Cuando ella los necesitaba, la abría, sacaba uno y, ¡chuick ¡ (el
marido se los dejaba con ruidito), se los daba en la mejilla. Un día los besos
dejaron de sonar, otro había bastantes pocos. Cuando encontró la caja vacía, la
mujer la llenó de lágrimas, hizo las valijas y se fue de la casa.
Tamaños
Cuando mi papá se hace muy grande,
caza los aviones con las manos, los hace añicos y me los regala con las alas
rotas y el fuselaje partido por la mitad.
Cuando se hace chiquitito, se mete
en las cuevas de las cucarachas y las ataca con un alfiler de gancho; entonces
me las entrega muertas, con el lomo atravesado.
Pero cuando se hace normal y vuelve
del trabajo, nos dice a todos que discutió con el jefe, viajó apretado en el
subterráneo y ni siquiera me trae caramelos.
Soledades
Las tardes de domingo la del 5° H
llama de urgencia al plomero del consorcio, y le lee poemas. La mujer lo
engaña, porque nada fue escrito por ella, sino por Neruda, Ungaretti, Auden o
Machado.
El hombre también miente,
inspecciona el waterclos, afirma que los caños del artefacto tienen problemas y
escucha los versos mientras simula que está trabajando.-
Roberto Perinelli nació en Buenos Aires en 1940, Fue
uno de los 21 autores del primer y mítico ciclo de Teatro Abierto. Estrenó,
desde sus inicios como dramaturgo en 1969, más de 30 obras teatrales en Buenos
Aires, en las provincias argentinas y en el exterior. Durante más de 20 años
(hasta 2006) dirigió la Escuela Metropolitana de Arte Dramático de la Ciudad de
Buenos Aires (EMAD), donde además dictó las cátedras de Análisis de textos,
Historia del teatro y Dramaturgia. Forma parte de la comisión directiva de Argentores
e Integra la Fundación Carlos Somigliana (SOMI) dedicada al estímulo del autor
teatral, desde su creación en 1990. Obtuvo varios reconocimientos a lo largo de
su trayectoria, entre los que se destaca el Premio Municipal de Dramaturgia,
bienio 2001-2003, otorgado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, por su
obra Mil años de Paz.
Integra diferentes antologías y Macedonia pblicó los
libros “Actos que crean hábitos” y
“Cuestión de hábito”
sábado, 2 de noviembre de 2019
CECILIA CABRERA (Corrientes)
CUESTIÓN DE
PERCEPCIÓN
Mariana golpeó con su ojo el puño de Sebastián. Los bordes
de sus cuencas le hicieron sangrar los nudillos, ella insistió y arremetió con
el otro ojo hasta impactar en el mismo puño. Elevó la apuesta y dio un golpe
seco con su abdomen a la rodilla derecha del infiel. No le importó que fuera la
rodilla lesionada hace unos años. Cuando llegó el turno de enfrentar los pies
de su esposo, se tiró al piso y utilizó su espalda, intermitente contra cada
pie. La lucha le borró la imagen de su marido horquetado con la morocha en la
mesada.
DESPERTAR DESNUDA
Hoy amanecí desnuda y fresca en la cama. Me despertó la
claridad que entraba por la ventana. Había decidido disfrutar un poco más de la
suavidad de las sábanas, pero de pronto sentí humedad y dolor entre mis piernas
y eso me despabiló. Aunque lo que me desesperó fue no reconocer las paredes de
la habitación.
MEDIALUNAS CALENTITAS
Hoy me desperté tempranito y me fui a comprar facturas
calentitas para desayunar con mi mamá.
Cuando llego a su casa, ella me abre la puerta, nos vamos a
la cocina, me sirve el café con leche y me pregunta: ¿Vos te das cuenta de que
no existís, ¿verdad? Yo la miré sorprendida y me quedé muda. -Sí, hija, vos
insistís en desayunar, pero ¿te das cuenta de que ahí no hay ninguna tasa? ¿Te
das cuenta de que estás masticando aire?... Me dejó estupefacta, hoy el perfume
de las facturas era más rico que de costumbre. Me dejó muda su negación de lo
evidente. De pronto se levantó ensimismada y salió diciéndose a sí misma: -
Otra vez estoy hablando sola... tengo que ir al médico. Y de pronto desaparecí.
PUÑETAZO
El puñetazo de Juan fue seco y sonoro. La sangre de Elena
salpicó la pared de la Catedral.
El cura, horrorizado, gritó: “¡Mi pared!”
Cecilia Cabrera, nació en la
ciudad de Resistencia en 1978. Es Profesora en Letras, escritora y humorista.
Está en elenco de Stand Up de Sala 88 desde el año 2015, fue colaborado en las
revistas digitales de Resistencia “LalalaNews” y “Proyecto Bohemia” y de
México, “Cultura Colectiva”. Este año publicó su primer libro de microrrelatos La Rebelión de la Sombra. El cuento que
le da título al libro fue adaptado a la obra de Microteatro Retobada en la cual
actuó en el año 2018. El libro se encuentra editado en versión digital y está
la venta actualmente. También estoy incursionando en la asistencia de dirección
en una obra de teatro clown “SemiYa” que se estrena el próximo 3 de noviembre
de 2019.
martes, 1 de octubre de 2019
JUAN JOSÉ PANNO (CABA)
Tribuna popular
El partido de gala que se disputaba en el Gran Estadio era
tan malo, pero tan malo que los espectadores se empezaron a asomar a los
murallones de las graderías para espiar desde ahí el encuentro improvisado que
estaban jugando hijos y sobrinos de los profesionales en un campo lindero. Su
Majestad, presente en el Gran Estadio, fue notificada de lo que estaba
ocurriendo y tomó inmediatamente una medida demagógica de esas a la que ya
tenía acostumbrada a la población: mandó traer a los jóvenes al Gran Estadio y
ordenó que los cracks pasasen castigados a la cancha auxiliar. La plebe celebró
alborozada la novedad, pero diez minutos más tarde todos desdeñaron lo que
estaba ocurriendo en el Gran Estadio y empezaron a mirar el partido, abierto y
divertido que jugaban los profesionales en el campo contiguo.
La increíble y triste
historia del cándido delantero y un arquero desalmado
Hacía como cien años que no metía un gol. Un buen día, que
por extraña paradoja era un día de lluvia interminable en aquel pueblito
colombiano, Aureliano hizo, abracadabra, aracataca, una jugada mágica y se
encontró en soledad frente al arco. Todos empezaron a escribir la crónica de un
golazo anunciado, pero inexplicablemente, el cándido delantero se puso a
recordar a sus putas tristes y demoró el tiro, aunque un instante después
decidió que no habría más penas ni olvido y marcó el gol. Fue un gol de otro
partido.
Sueños
El sábado a la noche el delantero soñó que en el partido del
día siguiente ejecutaba un penal y era gol porque amagaba y disparaba a la
izquierda del arquero que se iba, engañado, hacia su derecha.
El domingo, el árbitro cobró un penal para su equipo y el delantero,
que tenía muy presente el sueño, amagó a la derecha y le dio hacia la izquierda
del arquero, casi con displicencia, respondiendo a la premonición.
El arquero, que se había volcado justamente hacia su
izquierda, no tuvo que hacer mucho esfuerzo para detener la pelota.
El delantero se quedó estático, azorado. La perturbación se
multiplicó cuando el arquero, al pasar a su lado, mientras sacaba la pelota le
dijo en tono canchero: “los sábados a la noche me tiro a la derecha, los
domingos a la tarde, no”.
Partido internacional
Mueve Moby Dick, toca Toquino, pisa Pizarro, pasa Passolini,
mata Mata Hari, mete Metello, pica Picasso, marca Marconi, quita Kitano, avanza
Vanzetti, saca Sacco, corre Courreges, la tiene Tenorio, cruza Cruz, se va
Vavá, cae Cain, paga Paganini, gol de Goliath, pita Pitagoras. Final.
Metamorfosis
Cuando Gregorio Samsa (en tiempos no muy lejanos crack
indiscutible) se despertó una mañana (después de un sueño intranquilo producido
por el recuerdo fresco del gol en contra y el penal errado que hicieron perder
un campeonato) se encontró sobre su cama convertido (por los mismos hinchas que
antes lo adoraban) en un monstruoso insecto.
Juan José Panno nació en Buenos Aores en 1949. Periodista y escritor
(aunque él se reconoce más como periodista que como escritor) Trabajó en los
diarios Clarín, Crónica, La Razón, El Gráfico, El Mundo, La Voz y, actualmente,
Página 12. También trabajó en varias radios y en televisión. Es coautor del
primer “Días de Radio”, detrás del cartel de Ulanovsky, autor de Corazón y
pases cortos (cuentos futboleros), Obras maestras del error (recopilación de
furcios y metidas de pata en el periodismo), Pozo vacante y Juegos de fútbol.
Tambié es uno de los creadores y actual director de las escuelas de periodismo
TEA y DeporTEA. Dos de sus cuentos formaron parte de los libritos que el
Ministerio de Educación repartió en las canchas.
Los textos fueron tomados de los sitios Web Gambeteando palabras
y Ficción mínima
Sus datos fueron tomados de varios sitios Web y la fotografía de su muro de Facebook.
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