LA MANIPULACION
Un musculo perfecto desea latir, nadie sabe la razón
exacta, quizás lo abstracto, lo ininteligible ha tocado a aquel en su minúscula
sensibilidad…
Al mar no le conviene que
reaccione y comience a funcionar pues ya no tendrá marionetas para
manipular.
LA TARDE
Aquella tarde
monótona, en consonancia con su existencia intrascendente, ella detuvo su
mirada en la pared vio una grieta que la transporto a la duda y el dolor. En
ese instante todo cobro sentido y el cosmos interior de su ser se reordeno.
LA BESTIA
La bestia mira, se altera, se levanta, su cerebro
comienza a excitarse y este ordena a los músculos a reaccionar…
La antropofagia es legal, una diversión perversa del
lugar. ¡Péndulo irritante!
El joven camina erguido, firme, admira sus manos y se
lanza. El tiempo lo demanda al igual que una mirada femenina, quien conoce la
entrada y , claro, la salida.
El encuentro inevitable ha sucedido: ojos seductores,
tiempo, hombre y bestia se han fusionado en este instante mágico; los roles se
han alterado en una ráfaga inextinguible y surge del interior del gentío una
voz tenue y confusa que interroga: «¿Cuál
es la bestia?»
TODO IGUAL…
Marcelo realizó su tarea a la perfección esa tarde de
febrero, salió de su trabajo, caminó por el centro de la ciudad, observó la
plaza, todo igual; fue al café, todo igual, miró el rostro de las gentes, todo
igual.
En el café, Doña Teresa mandó a uno de sus mozos a
lustrar la mesa de la adinerada Noelia, oportunidad en la que él nunca vio nada
igual: las piernas de esa mujer lo conducían directamente a las lápidas de los
cementerios que oficiaban de mesa del café, los mármoles ubicados al reverso lo
ocultaban. La belleza y la muerte contrastaban. Marcelo quiso gritar, sin embargo atinó a balbucear algunos
fonemas indescifrables, el cielo se tornó de un gris perfecto y su mente lo
imitó. Ocasión en que el mozo se acercó
a Marcelo, Doña Teresa tragó saliva… Marcelo se incorporó y fríamente
pronunció: «¡Todo igual!».
BURBUJA DE
SUEÑOS
Callada, solitaria, Micaela continúa con sus labores
hogareñas. Su familia es un logro
personal, la vida le sonríe, sus hijas significan su orgullo. Todo, fruto de
haberse “casado bien”, con quien debía, tal como su mamá, su formación y la
sociedad lo indicaba. Su burbuja,
es imposible de penetrar, Micaela no teme, cree caminar firme, solo que sus
pasos y su latir disminuyen; el espejo lo confirma, el tiempo, amante
incuestionable de la corrosión y la
acrimonia, ha efectuado su camino por
las arterias de su vida. Ella, ave blanca y sumisa, se detiene… el espejo
frunce el ceño para estallar ante la burbuja, fino cristal, cárcel de los
sueños enquistados.
Adriana Comán Nació en Santiago del Estero, Capital el 6 de
agosto de 1981. Es Profesora de Lengua y Literatura. Obtuvo el 1 º Premio
“Ignacio Laplana” en Poesía en todo el NOA con la obra Semillita Desprotegida durante
el año 2011. En el Año 2015 fue publicada por la Editorial Dunken con el
poema Onírico. Es Autora/Editora
Independiente de Libros Artesanales: Equilibristas.
lleva publicado dos poemarios por la editorial independiente: Etéreos Instantes y La Tinta que se derrama.
Administra los siguientes blogs : http://burbujasdelanguarte.blogspot.com.ar/
http://cuentoshiperbrevessgodeletero.blogspot.com.ar
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