Hasta el final
Escribir
sobre la nada te obliga indefectiblemente a decir todo. La cosa es así, simple.
¿Ves las palabras que uso? Ni una esdrújula. Ahí va la primera. ¿Te acordás
cuando intenté decirte en cinco líneas que te comprendía y que no estabas solo
en esto del camino a la muerte? ¿Qué me contestaste? Que esas líneas eran una
prosa sobresaliente. Me instaste a
ponerme en ese lugar de sabiduría milenaria, que allí estaba mi voz.
¿Qué me importaba encontrar mi voz en ese momento? Y vos seguías haciendo lo
que tan bien te salía. Un maestro hasta el final. Me hubiera gustado discutirlo
más. No pudimos. Parece que entendiste la vida. Y este mundo ya no tenía nada
que ver con vos.
Veinte
Tengo ganas
de caminar distinto. Apoyarme en mis palmas y ver el mundo al revés por un
rato, hoy en especial. Entonces, la copa del árbol sería la raíz y la raíz sus
ramas. Entonces, andaría en el cielo y miraría alto para disfrutar las flores
colgantes. Tiempo que condiciona. Un tiempo que no es pero me gustaría que
fuera. Y yo iría con mi regalo pensado para vos; vos me darías un beso. Me
mostrarías tu torta y lo fuerte que soplarías las velas, porque ya sabrías como
hacerlo. Sí, todo al revés, ficción vuelta realidad. Por hoy nada más.
Entonces, vos, con apenas dos años, todavía estarías.
Prudencia.
La raya medía
ciento veintitrés centímetros. Tuve la respuesta antes que cualquiera. Miré el
reloj y me hice el que todavía calculaba. Los directivos no iban a tolerar que
un recién llegado supiera algo. Ya me lo había dicho mi madre: «Hacete el
tonto; menos sabés, más tiempo nos quedamos».
Erosión
Lo que sucede
a lo largo del tiempo luego de un entierro es de este modo y en este orden:
¿Cómo suenan
tus huesos al deshacerse?
¿Esos huesos
sos entierro? se desunan
cómo hacer
¿Serás moho
una del
tiempo largo
Meros aromas
luego de un orden
Hermoso lo
que sucede
A lo este es
rm
Sh hm
h:
Encierro
Alicia cayó
al pozo. Pregunté qué le sucedió y mamá contestó con una voz que yo no conocía.
¿Cuándo vas a dejar de preguntar? Y con energía cerró el libro. En el trayecto
me crecieron orejas largas y una cola de algodón redonda. El truco de las
porciones de galletitas no funciona más. ¿Ya habré crecido todo lo que tenía
que crecer? No entiendo qué espera mama para abrir el libro y dejarme
salir.
Celina Aste,
(Buenos Aires, 1968) Profesora de inglés, enseña escritura y literatura en ese
idioma. Ha publicado Todo lo que tenía que crecer en el año (2013) y Erosión
(2017) Participó en el Primer Coloquio de Microficción, CABA, 2015. Representó
a Buenos Aires en el primer encuentro de microrrelatistas “Córdoba breve”
Córdoba, 2016.
Celina
Aste, (Buenos Aires, 1968) Profesora de inglés, enseña escritura y literatura
en ese idioma. Ha publicado Todo lo que tenía que crecer en el año (2013) y
Erosión (2017) Participó en el Primer Coloquio de Microficción, CABA, 2015.
Representó a Buenos Aires en el primer encuentro de microrrelatistas “Córdoba
breve” Córdoba, 2016.
Los
tres primeros textos y la biografía de la autora fueron tomados de Escritos
entre mate y mate (Claudia Cortalezzi compiladora) Ed. Micrópolis, Lima Perú
(2017)
El
cuarto texto se recuperó de la Antología iberoamericana de microcuento, Homero
Carvalho compilador, Ed. Torre de papel, 2018 Edición liberada on line en http://www.nodalcultura.am/wp-content/uploads/2017/12/365729251-Antologia-Iberoamericana-de-Microcuento-Homero-Carvalho.pdf
El
quinto fue recuperado del sitio Web Documenta mínima y está disponible en http://documentaminima.blogspot.com.ar/2017/02/todo-lo-que-tenia-que-crecer-celina-aste.html
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