
EL GATO NEGRO
Apenas lo vio en el estante del negocio supo que ese gato negro de madera debía ser suyo.
Lo contempló largo rato sin tocarlo; el cuerpo estilizado (parecía pensado por Modigliani), sentado en los cuartos traseros, las patitas juntas, las orejas erectas, los ojos dorados, chispeantes, misteriosos y seductores.
Cuando amorosamente lo tomó entre sus manos para observarlo en detalle, la talla comenzó a ronronear.
¡me gustó!gracias.
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